
En México, el concepto de abandono al trabajo no existe. Esto quiere decir que en la Ley Federal del Trabajo no se establecen sanciones específicas o directas de gravedad a aquellos empleados que sin razón justificada decidan abandonar su puesto laboral.
Sin embargo, existen otro tipo de consecuencias que puedes sufrir tanto tú como la empresa para la que trabajes si repentinamente decides no presentarte más a trabajar.
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Diferencias entre faltar al trabajo y abandonar el trabajo
Para intentar aclarar este tema, es preciso que establezcamos una distinción entre lo que significa faltar al trabajo o abandonarlo.
Faltar al trabajo se refiere a una inasistencia completa a tu jornada laboral, desde que inicia hasta que termina. En cambio, abandonar el trabajo significa que te ausentaste de tus labores sin ningún justificativo y sin la intención de volver, dejando tiradas tus funciones y responsabilidades.
Las causas que lleven a un empleado a incurrir en abandono de trabajo pueden ser netamente personales, o también pueden estar relacionadas a las propias condiciones de ese empleo.
El abandono del trabajo entra en efecto después de tres días consecutivos.
Entonces, ¿qué pasa si abandono el trabajo?
Según la Ley Federal del Trabajo, esta es una causal de despido. Si bien es cierto que no lo establece directamente, puede enmarcarse dentro de la hipótesis rescisoria señalada en la fracción XV, donde dice: conducta análoga, de igual manera grave y de consecuencias semejantes en lo que al trabajo se refiere.
De cualquier manera, al dejar claramente de manifiesto que no tienes intenciones de continuar con ese trabajo, tu empleador está obligado a llegar contigo a un acuerdo de recesión del contrato.
Obviamente que van a intentar ampararse en tus faltas para que este caso sea tratado como una renuncia y no como un despido, y que de esta forma no recibas algunos beneficios económicos. Pueden darse dos escenarios:
- Negociación directa: Es cuando tienes una cita con tus jefes o los directivos de la empresa y entre los dos negocian un acuerdo de recesión, en el que ambas partes queden conformes con las condiciones del finiquito. Es el caso más favorable, porque se resuelve de forma rápida.
- Notificar a la JCA: En caso de que no puedan llegar a un acuerdo económico, la empresa se verá en la obligación de llevar este caso ante la Junta de Comisión y Arbitraje. Aquí, los jueces evaluarán todos los matices de la situación y determinarán cómo resolver y finiquitar la relación laboral de la forma más justa para los dos.
¿Me conviene que el caso llegue ante la Junta de Comisión y Arbitraje?
Esta pregunta puede tener diferentes respuestas según sea el caso, pero a modo general, siempre va a ser más beneficioso para ti si puedes llegar a un acuerdo con tu empleador.
Llevar el caso a juicio significa pasar por un largo proceso de revisión de todas las aristas sujetas a tu incursión en el abandono del empleo. Lo que significa que las disposiciones finales se darán luego de varios meses y, por ende, cualquier retribución que te corresponda estará retenida durante ese tiempo.
Ahora bien, si el abandono laboral se dio como consecuencia de tu inconformidad con el ambiente de trabajo, o a causa de la violación de los estatutos laborales previamente acordados por parte de tu empleador, y además de esto el acuerdo que te ofreció no te satisface, entonces tendrás que ir ante la JCA.
Si el abandono es injustificado, ¿cómo tiene que proceder la empresa?
Al probarse que abandonaste tu trabajo por decisión voluntaria y que la empresa no ha incurrido en ninguna falta, automáticamente van a iniciar un proceso para rescindir tu contrato.
En este tipo de casos, la LFT suele proteger a los empleados, por lo que la empresa deberá manejarse con sumo cuidado para no salir aún más perjudicada.
Después de darse las condiciones para considerarse que existe el abandono del trabajo, el empleador deberá seguir amortizando al Seguro Social, en caso contrario, podría tomarse como que está incurriendo en despido injustificado.
Solo después de 15 días es que puede dar de baja al empleado ante el IMSS. De no hacerlo, esto significaría pérdidas económicas para la compañía.
Este es el punto en el que debe darse la reunión entre ambas partes para negociar la recesión. Pero en caso de no llegarse a un acuerdo y de pasar el caso a la Junta de Comisión y Arbitraje, el empleador tiene que justificar que en efecto hay abandono del trabajo y no un despido injustificado.
Para probarlo puede valerse no solo de las faltas e incumplimiento del horario, también puede ampararse en el propio desempeño de su empleador, alegando displicencia en el cumplimiento de sus funciones.
Durante todo lo que dure el juicio, la empresa tiene que seguir pagando el sueldo del empleado.
Si ya se llegó a este punto, son pocas las opciones que tiene el empleador, más que esperar que la JCA emita un juicio que le dé un finiquito a esta situación.
Abandoné mi trabajo. ¿Qué sigue ahora?
Sean cuales sean las razones que te hayan llevado a tomar la decisión no seguir en ese empleo, deberás conseguir otro trabajo.
Si no sabes a donde ir, desde Internet puedes aplicar a un montón de puestos laborales, tal como te lo explicamos en este artículo referente a las bolsas de trabajo.
Y, por supuesto, para buscar trabajo es imprescindible que tengas toda tu documentación al día y que cuentes con una impecable carta de solicitud de empleo. De esta manera ya estarás un paso por delante del resto de los concursantes.