
Al firmar un contrato laboral estás adquiriendo una serie de compromisos con una empresa, que a cambio de tus servicios profesionales te devengará un salario y otro tipo de remuneraciones.
Conseguir empleo es algo que todos queremos, pero ¿qué pasa si luego de firmar el contrato ya no quiero seguir trabajando allí? ¿Puedo ser sancionado de alguna forma? ¿Tengo derecho a alguna prima por finiquito? Vamos a responder todas estas preguntas.
Índice de contenidos
- 1 Diferencia entre renuncia y despido
- 2 Cuáles son tus derechos en caso de renuncia voluntaria
- 3 ¿Me conviene renunciar después de firmar un contrato laboral?
- 4 ¿Cuánto tiempo después de firmar un contrato laboral puedo renunciar?
- 5 Consecuencias para la empresa
- 6 ¿Puede la empresa demandarme por incumplimiento al renunciar?
- 7 ¿Qué hacer después de renunciar?
Diferencia entre renuncia y despido
Primeramente, tenemos que dejar muy clara la diferencia que hay entre renunciar y ser despedido.
Cuando una persona es despedida de su empleo es porque está siendo obligada por sus empleadores a abandonar su cargo. En este caso, la empresa debe tener un justificativo que avale esta decisión. De lo contario, estaría incurriendo en despido injustificado, y esto acarrea una serie de compromisos legales.
Por otra parte, renunciar a un trabajo significa que tú como empleado es quien está decidiendo abandonar tus funciones. De ser este el caso, todavía tienes derecho a recibir algunos beneficios.
Cuáles son tus derechos en caso de renuncia voluntaria
Si renuncias a tu trabajo, las remuneraciones económicas a las que tienes derecho son las prestaciones de aguinaldo, prima vacacional y vacaciones que se correspondan con el tiempo que hayas trabajado.
Es decir, solo te pagarán lo equivalente al tiempo que haya pasado desde la última vez que recibiste este beneficio. Por ejemplo, si la última vez que te pagaron tus prestaciones de aguinaldo fue hace seis meses, entonces al momento de renunciar te corresponde lo que hayas acumulado en todo ese tiempo.
Por supuesto, también te corresponderá el pago de los días trabajados hasta el momento del retiro definitivo.
Por ley, el trabajador tiene derecho de que el patrón acepte y gestione su renuncia. El trabajador tendrá un año para reclamar el pago de su finiquito, de lo contrario, perdería el derecho a recibirlo.
¿Me conviene renunciar después de firmar un contrato laboral?
Esta es una pregunta bastante abierta y que no tiene una respuesta única, pero tratemos de hablar de la forma más general posible y plantear distintos escenarios.
Desde el punto de vista económico nunca será la mejor decisión, porque las retribuciones económicas que te corresponderán van a ser mucho menores a si te marchas por despido.
Pero está claro que el factor económico no es el único importante. Si las razones por las que quieres irte son de carácter ético, moral, por inconformidad con las condiciones, mucha acumulación de estrés o cualquier otro motivo de esta naturaleza, se entiende la renuncia como un acto justificado.
Se trata de que pongas todas las condiciones en una balanza para que puedas tomar la decisión correcta. Debes pensarlo bien y con cabeza fría, para que actúes de la forma que más te conviene a ti y a todos los que dependan de ti.
¿Cuánto tiempo después de firmar un contrato laboral puedo renunciar?
En caso de que el contrato tenga alguna clausula especial que estipule lo contrario, puedes renunciar el mismo día de firmarlo si así lo deseas.
Siempre tendrás la oportunidad de dar por terminada la relación laboral de manera unilateral y sin previo aviso. Pero ya sabrás que hacerlo de una forma demasiado abrupta puede ser perjudicial para ti y tu reputación en el campo profesional.
Lo más recomendable es que, si ya decidiste que quieres renunciar, dejes todas tus obligaciones al día. Esto hablará bien de tu compromiso con tu profesión, y contribuirá a no empañar demasiado tu relación con la empresa.
Si quieres saber más consejos y recomendaciones acerca de cómo renunciar a un empleo, haciendo clic encontrarás mucha información al respecto.
Consecuencias para la empresa
Según la importancia de tu cargo y de las tareas que tienes bajo tu control, va a ser el impacto que sufrirá la empresa tras tu renuncia.
Recuerda que, aunque es una decisión que puedes tomar sin consultar, es muy posible que al hacerlo la empresa termina viéndose en un apuro, que puede representarle pérdidas económicas.
Abrir un proceso de selección sin tenerlo previsto puede ser una actividad agotadora, porque deberán destinarse una serie de recursos monetarios y humanos para este proceso.
Pero por otra parte, al manifestar tus ganas irrevocables de irte, la empresa entenderá que no les conviene retenerte a la fuerza o en contra de tu voluntad, porque bajo esas condiciones no desempeñarás tus funciones como es debido.
La importancia del preaviso
Como ya dijimos, puedes tomar tus cosas y marcharte en el momento que quieras. Sin embargo, y siempre y cuando las condiciones estén dadas, lo ideal es que cumplas con la formalidad del preaviso.
Al hacerlo, le darás a la empresa un tiempo prudente para conseguir un reemplazante. Además de esto, la relación entre ambos podría quedar en buenos términos, dejando la puerta abierta para futuras colaboraciones.
¿Puede la empresa demandarme por incumplimiento al renunciar?
En principio, esto no es un escenario probable. Sin embargo, si en el contrato que firmaste existe alguna clausula relacionada con el tiempo que permanecerás en el trabajo, la empresa tendrá una excusa para demandarte por daños y perjuicios al incumplir tu contrato.
¿Qué hacer después de renunciar?
Si dejar tu trabajo fue una decisión reactiva y que no tenías planificada, entonces deberás sumarte al campo de desempleados y competir por nuevos puestos.
En este caso, te conviene conocer todo lo referente a cómo solicitar un empleo. Siguiendo esas recomendaciones tendrás una primera ventaja contra tus competidores.